jueves, 8 de marzo de 2007

XIX Nacional San Sebastián

http://clubdemotosbmw.es/cronicas/SH2004/sh040501/sh04230303.PDF
Día tras día voy descubriendo el sentido que tiene este Club y las gentes que lo conforman. Lo de Donosti, no diré que ha sido la guinda porque todavía queda mucho pastel, pero creo que como mínimo puede calificarse de irrepetible.Somos muchos. A veces, sobretodo los que más tiempo lleváis en estas movidas, echáis en falta estas salidas de siete u ocho MOTOS, como las que hacíais tiempo atrás. Reconozco que cuando lo que se quiere es disfrutar de la MOTO por encima de todo, en grupos pequeños uno se encuentra más a gusto. Pero cuando lo que te apetece es vivir a tope, y cuanto más intensamente mejor, un grupo humano como el que coincidimos en Euskadi (... qué maravilla de país tenéis, José Emilio ....), ayuda a encontrarte a gusto contigo mismo y con la vida que hemos elegido los bemeuveros.Un dato curioso. Éramos más de 60 personas y tan sólo tres habíamos formado parte del colectivo de ochenta y tantos aventureros que acudimos también a Marruecos.¿Os dais cuenta? Casi 150 socios movilizados en dos salidas amén de los que no acudieron a ninguna de las dos y tuvieron la ocasión de moverse durante estos días por las escapadas de sus respectivas zonas.Sí, que sí... Somos muchos y muy buenos. Me tocó compartir la ruta de aproximación a Donosti el viernes por la mañana con Ignasi y Maika, Calixto y Angie, Martí Capdevila, Cesc Piella, Toni Pascual y Sra. Permitidme que cite sus nombres pues fueron unos extraordinarios compañeros de viaje.Los primeros compases, bajo un día claro, luminoso y con un cielo azul roto por algunas nubes lejanas que ayudaban a mejorar la fotografía del paisaje. A medida que avanzábamos, las nubes se acercaban, y así nos tocó atacar el puerto del Monrepós bajo una lluvia fría y repentina que rápidamente se transformó aguanieve que tapaba la visera de los cascos y hacía realmente dificultoso el avance en estas condiciones. Primera pérdida en el grupo: La K 1200 roja de Toni Pascual “missing”.Cafelito para reponer calorías y vuelta a la ruta. Llegada a Jaca y cambio espectacular en el decorado. Día limpio y radiante. Acordamos entre todos parar a comer en Pamplona.Martí y un servidor empiezan a enroscar el puño y devoran sin querer la ruta que bordea el pantano de Yesa. Espectacular.Detrás Cesc “echando pestes” por el alboroto que se ha organizado en la cabeza del pelotón. Llegada a Pamplona sanos y salvos para deleitarnos con los fritos del Bar Central en la plaza Yamaguchi. Cafés, risas, pacharanes y vuelta al asfalto.Llegada por fin a nuestro destino. Hotel NH Aranzazu. Un lujazo. Nos va recibiendo Andrés para entregar acreditaciones y darnos la bienvenida. No faltan las pancartas alusivas al Club colgando en la recepción del hotel para hacernos sentir como en casa.Ducha, descanso, paseo y a por el primer asalto.Restaurante Txomín. Al entrar y ocupar plaza en la mesa ya notas que algo grande tiene que ocurrir.Entrantes con foie de oca acompañado con higos macerados con cebolla tierna. Sigue una ensalada fría con un txangurro propio de aquellas costas. Una crep crujiente de hongos con langostinos para seguir con alcachofas rellenas de marisco. Para finalizar una cola de merluza con salsa de hongos y volauvent. Para superar lo insuperable un postre a base de mousse de queso con arándanos, sorbete de mango, bombón de chocolate blanco y una milhojas con crema de vainilla. Todo regado de un buen crianza de la casa. También hubo quien tuvo la suerte de degustar un magnífico Chardonnay de Raimat, gentileza de Ignasi y Cesc Piella.Cafés y licores a discreción.A la una de la madrugada nuestros cuerpos “duramente” castigados, estaban para pocas bromas. La mayoría, a dormir.El sábado amanece con todo su esplendor. Un día increíble. Frugal buffet libre para desayunar y llave de contacto para arrancar motores, que empieza lo mejor.José Emilio nos ha preparado una ruta a la altura de las circunstancias. La magnífica caravana de más de 40 MOTOS, transcurre por la costa entre Orio y Zumaia pasando por Zarauz y Guetaria. Nuestro paso despierta admiración. Que os tengo que contar, si vosotros sois los protagonistas y ya sabéis de que os hablo.El día sigue acompañando y el paisaje va a más. Indescriptible. Rebaños de ovejas en prados verdísimos con cercas de madera que siguen el perfil del relieve. Todas las tonalidades del verde en este trayecto montañoso que nos lleva hasta Madariaga. Reagrupamientos posteriores para llegar en grupo a la villa de Oñati.Si queréis saber lo que allí aconteció, no tenéis más que consultar los periódicos locales y ver o escuchar las crónicas ofrecidas a través de la radio o de Euskal Telebista.Entrevistas, recepción del alcalde agradeciendo nuestra presencia en el lugar, ágape y visita guiada a la antigua Universidad de Oñati.Mientras tanto nuestras MOTOS en perfecto estado de revista, dispuestas en formación en la plaza mayor de la ciudad para ser admiradas por las gentes del pueblo que previamente habían sido convocadas a tal evento.Con el cielo ligeramente encapotado nos dirigimos hacia Arantzazu en cuya hospedería esperan nuestra llegada para seguir con el desafío del paladar.Platos de jamón para empezar, ensalada, fritos de jamón y queso, de huevo duro y delicias de croquetas de bechamel, paté de cabratxo, txangurro caliente, consomé, crema de marisco, merluza con kokotxas al pil-pil, y sorbete de limón con cava para aposentar el filete de ternera que venía a continuación. Postre con helado y crema con milhojas regada con chocolate caliente. Cafés, licores y otros vicios.Mientras, en el exterior empezaba a caer una tromba de agua que ya no nos abandonaría hasta la noche.Pero faltaba la visita al Santuario de Loyola. Ahí sí que solo una docena escasa de moteros aguerridos acudimos, a pesar de las inclemencias climáticas. Mención especial para Jaume Feu y Pilar, víctimas de la mala suerte, a los que un pinchazo les impidió seguir la ruta en tan duras condiciones.Regreso a San Sebastián y casi sin digerir la comida nos esperaba una nueva afrenta gastronómica: Asador Portu-Etxe.Habrá gustos para todo, pero para mí fue lo mejor, lo más auténtico servido con prestancia y maestría. Foie con un magnífico jamón ibérico, lechuga con cebolla como sólo allí la he probado, Calamarcitos rellenos en salsa macerada a la que Lluís Font se encargó de darle buena cuenta, colas de rape asado a la manera de Orio y Guetaria (extraordinario, sublime...), para concluir con un chuletón, chuletón, de los que se servían antes de lo de las vacas locas. Y un magnífico Rioja Reserva del 97 del que por más que intento no puedo recordar el nombre. (cosas de la edad).Antes de la despedida, las palabras de agradecimiento de Andrés en nombre del Club a todos los asistentes y el sorteo de un par de guantes Summer Rain que recayeron sobre Maite y mi mano “inocente” que se encargó de agradecer al Gran Piella su magnífica compañía a lo largo de estos días otorgándole previa consulta a la diosa fortuna un casco Sportintegral donado por BMW. No hubo ni trampa ni cartón.Así terminó este encuentro inolvidable de nuestras gentes en la XIX Concentración Nacional.El regreso libre al día siguiente habría que contarlo en clave muy personal, pues cada uno tiene su historia que explicar. La mía especialmente agradable en compañía de Xavier Sentís y su esposa Silvia de Reus (Tarragona) que acudían por primera vez y me confesaron su firme voluntad de seguir en permanente contacto con todos nosotros.Gracias por todo José Emilio Agote y demás organizadores que habéis conseguido llevar a cabo con semejante éxito un encuentro inolvidable.Siempre nos quedará Donosti.TINTIN socio 1658

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